Agur Vitoria-Gasteiz Agur
Una noche de jueves estaba de marcha por el barrio con una amiga, me sentía desesperanzada, frustrada, no veía salida y me sentía como si la ciudad me ahogara. Le comente a mi amiga que me gustaría largarme de Vitoria, irme a otros sitios, trabajar en otras partes, vivir... No veía ningún futuro.... La mentalidad de la gente vitoriana me parecía fría, extremadamente convencional, cerrada.... Encontraba muchas personas incapaces de sentir empatía, tolerancia, comprensión.... Solo veía mucho egoísmo y falta de apertura mental, no admitían otro pensamiento que no fuera el suyo. No me veía con una hipoteca, con una pareja a la que no quiero, soy alérgica al matrimonio y hace tiempo que decidí no tener hijos porque no me gusta la sociedad existente, si no puedo ofrecerle es un mundo mejor con oportunidades y tan siquiera puedo mantenerlos con mi situación laboral... prefiero no traerles al mundo solo para sufrimientos. Nos lo ponen francamente difícil a las mujeres pretenden que tengamos hijos sin poder mantenerlos, ni siquiera poder mantenernos nosotras cuando en muchos trabajos no te aceptan si estas embarazada, no te seleccionan por ser mujer e incluso son capaces de echarte a la puñetera calle si coges una simple baja lo he visto con mis propios ojos luego van de rollito igualdad, lenguaje no sexista y otra serie de chorradas pero cuando una mujer es maltratada sigue sin tener la atención necesaria y el apoyo psicológico realmente necesario para seguir adelante, salimos solas... estamos solas incluso existen mujeres tan necias que son capaces de echar piedras a sus propias compañeras en vez de ayudarlas ¡INCREIBLE! ¡QUE SE PUEDE DECIR! Se escudan en que las mujeres cogemos más bajas por maternidad, tiene gracia... ¡Ojalá las mujeres que les dieron a luz hubieran pensado más en el aborto! ¿Acaso creen que ellos nacieron de un manzano o de un guindo? Tal vez creen que salieron de la nada y no de una vagina femenina ¡qué curioso! ¡Que seres tan especiales! A lo mejor se creen divinos o algo así. A la mañana siguiente recibí una llamada ofreciéndome una oportunidad de trabajo en Madrid, me sentí un poco flipada, no me lo esperaba... pero en Vitoria no tenía oportunidades y no había mucho que perder. Me decidí, busque piso y aquí estoy, en Madrid. Sentí como si alguien en el Universo hubiera escuchado mi suplica....
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