Calores y sudores

Ya ha empezado el veranito madrileño y todo es calor, calor... calor. Apenas puedo dormir, no sé que ropa ponerme me sobra todo suelo meter una botella de agua pequeña al congelador para poder beber el agua bien fresquita. Tengo los pies llenos de tiritas por los roces provocados por los zapatos apenas podía andar hasta que me fui a la farmacia y pedí unas ampollas campeed, son una autentica maravilla. Era de risa verme andar, incluso un día subí los cuatro pisos que tiene mi casa descalza con mis supertacones en la mano. No me vio nadie si hubiera salido algún vecino ¡menudo cuadro la "nena" con los tacones en la mano! ja..ja..ja.. Como curiosidad puedo decir que en Vitoria odiaba comprarme zapatos pero en Madrid los adoro... Me encanta la variedad de colores, diseños, esos taconazos impresionantes me llaman la atención y me paro en un escaparate, otro escaparate, otro.... La verdad es que viniendo de Vitoria, ciudad en la cual apenas se ve el sol durante 6 u 8 meses resulta gratificante ver un rayito de sol por la ventana todas las mañanas. ¡Aguantare los calores como sea! Estoy dispuesta a adaptarme a la ciudad y lo voy a conseguir, algún inconveniente tenia que tener ¿no? En el trabajo estoy más fresquita salvo cuando voy a la zona de las máquinas expendedoras, es como una sauna. Tengo la espalda quemada pero con un poco cremita... se pasan todos los males, no hay problema. |
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